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Los chantajes son claros y el círculo que gravita sobre sus universos está viciado, no cabe duda. Pero son pocos los de 'a pie' quienes miran hacia arriba por vileza de una desinformación bien calculada, ahí la cuadratura del círculo. Amenazan con destapar correos y, a cuentagotas, salen a la luz, poco a poco, algunos de ellos. Desafían al poder con el soporte de arquitectos legales, ¡órdago!, y aportan documentación de pagos voladizos, información comprometedora aunque recortada, que todo tiene un límite, no vaya a ser que huela a pólvora y no estamos en fallas. El juego está preparado y, sobre el tapiz, todo lo que el ciudadano conformista necesita: la media tinta y algún 'paganini' en el punto de mira, que alguien tiene que pagar un desconsuelo.
Ahora bien, faltando mortadela en el bocadillo del hambriento, el necesitado cae en la cuenta de que lo cercenado alumbrado está prescrito y advierte que la prensa no incita a la pregunta '¿qué hay de lo aún punible por no caduco?' y también añora la firme voluntad de un juez, de apercibir al imputado con una máxima bien fresca: "el hecho de amenazar en forma constante con 'tirar de la manta', afirmando que dispone de documentación comprometedora y no presentándola en su totalidad con fecha límite 'de tal', le acarreará la definitiva pena que corresponda por obstrucción a la justicia".
La justicia sería más justa al evitar amaños, y a más de uno se le caería la pandereta en plena fiesta para regocijo de la verdad.
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III
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III
En alguna parte leí que India tenia fama de oler a especias y que era mentira, en realidad huele a mierda.
ResponderEliminarAhora España le ha quitado el puesto.
Salud
Mi querido Pepe... el chantaje lo inventó el diablo...el mismo que inventó a los políticos, a las religiones, a los ayuntamientos con su teatro de títeres de ediles, concejales y todos esos cargos que ni siquiera sé que existen...pero aún así, si lo usamos bien, el chantaje a veces nos sirve para canjear pequeñas cosas como turnos de tele, algo de paz en casa y algún momento de respiro en fines de semana...pequeños chantajes en los que el dinero no cuenta...ésos sí sirven.
ResponderEliminarUn besito.